jueves, 20 de septiembre de 2012

HISTORIA FRANCÉS


                            FRANCÉS

Orígenes


El territorio de lo que hoy es Francia empezó a ser poblado alrededor del Siglo VII a. C.. Hacia el suroeste, los aquitanos hablaban una lengua precursora del vasco, pero desconocían la escritura. En la zona de Marsella los habitantes de las colonias griegas hablaban y escribían en este idioma, pero no lo difundieron.
Todos esos idiomas y otros hablados  fueron desapareciendo con la colonización romana y la  implantación del latín. Con el declive del Imperio romano, una serie de pueblos de origen germánico llegaron a la Galia romana. Entre ellos, dos se establecieron de modo más consolidado: los francos en el norte y los visigodos en el sur, con el río Loira como frontera. A pesar de que ambos pueblos hablaban sus propias lenguas, pronto adoptaron el latín hablado por la población.
Durante mucho tiempo, el idioma hablado en el norte de Francia  es un latín más o menos evolucionado, con grandes influencias, fundamentalmente fonéticas del idioma germánico hablado por los francos. Al sur  poco a poco se van diferenciando dos lenguas con una frontera que en principio se marcará en el Loira, aunque a lo largo de la historia irá desplazándose cada vez más hacia el sur, debido al empuje político de una Francia cuyo centro político estaba en París, ya que a partir de la Revolución francesa la lengua francesa pasó a ser un elemento identificador e igualador de todos los franceses. La langue d'oïl (oïl ha evolucionado en oui) se hablaba en la zona norte y el langue d'oc en el sur. La línea de separación iba del Macizo Central a la desembocadura del Loira en Nantes.


No resulta sencillo establecer el momento en el que el latín vulgar se transforma en francés,  pero ese momento hay que situarlo entre los siglos VI y IX. A partir del siglo VII ya se cuenta con testimonios de que la lengua hablada en el territorio de la actual Francia es diferente del latín y del germánico. El documento fundamental es el de los Juramentos de Estrasburgo, que se considera el texto más antiguo escrito en protoromance. En Francia, los dos grandes dialectos romances antes mencionados pasarán a ser conocidos con los nombres de langue d'oc y langue d'oïl. El francés actual es heredero de este último.
Poco tiempo después empieza a aparecer una literatura escrita en este nuevo idioma, que con la aparición de los primeros textos literarios, entre los que destaca el Cantar de Roldán, el idioma romance fue consolidándose y diferenciándose cada vez más del latín. Poco a poco se transformó de idioma declinado en idioma analítico, en el cual el uso de preposiciones y el orden de las palabras en la oración reemplazan al sistema de casos.


Lo que se conoce como francés antiguo se fue consolidando a partir del siglo XI, y aunque hoy se estudie todo lo que se hablaba al norte del Loira como si se tratara de una sola lengua, en realidad se trataba de dialectos con elementos comunes.
La influencia germánica en el idioma obligó a usar en el lenguaje escrito algunos dígrafos para reproducir algunos de los sonidos que se utilizaban pero que no habían existido en latín vulgar. Así, la nasalización, uno de los elementos fonéticos más característicos de la influencia germánica en el francés se va marcando en la escritura por el uso de la n en posición final de sílaba. La evolución fonética de la u latina hacia el sonido que actualmente tiene en francés obligó asimismo a utilizar el dígrafo ou para reproducir el sonido original de dicha letra en latín.

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